Malvinas, cuarenta años después

Por Juan Pablo Puentes

El Visitante, de Marcelo Galliano. Dirigida por Anabella Valencia. Con Laura Dantonio, Marcelo Galliano, Christian Sandoval, Anabella Valencia. En Teatro El Popular, Chile 2080. Sábado 20:00 hs.

¿Cómo procesa una sociedad la pérdida de seres queridos durante una guerra? ¿Cómo hace una madre para seguir viviendo luego de que una dictadura envía a su hijo a la muerte? ¿Cómo se reconstruyen y/o se destruyen los vínculos familiares frente a las ausencias? ¿Cómo permanece la cotidianeidad de los vivos? A cuarenta años de Malvinas, el Grupo estable El Popular pone en escena una obra en la que la intimidad y la rutina de una familia atravesada por la guerra es puesta en cuestión.

Enrique, un ex soldado conscripto, “vuelve al hogar”. No se trata de la vuelta real de un hijo sepultado en el cementerio de Darwin, sino del eterno retorno de aquellos seres amados que ya no están. Dos hermanos se hacen cargo de una madre cuya mente quedó inmóvil en un lejano abril de 1982. Pasan los años y ella espera la vuelta de su hijo. Sus otros hijos, los vivos, lidian con los fantasmas de su madre y con sus propios olvidos, deseos y rencores.

Una pieza musical nos pone en tema cuando escuchamos una melodía punk y un estribillo constante que dice: “no quiero ir a la guerra, soy joven para morir”. La obra transcurre en el presente, pero esta familia vive en el pasado: Charly García y Luis Alberto Spinetta musicalizan un tiempo que nos remonta cuarenta años hacia atrás; fotos viejas del hermano que no está de cuerpo presente se cruzan con el parlamento de los hermanos que no pueden olvidar y que no saben cómo recordar. Él lee el diario de forma compulsiva, ella obedece los deseos de su madre.

El piso está totalmente cubierto por hojas de diario. Las noticias de ayer son los designios de hoy, de este presente marcado por las actuaciones de Anabella Valencia y de Laura Dantonio en una relación entre madre e hija profunda, dolorosa. El espectador puede comprender la psicología de los personajes y sentir piedad y, a veces, asombro por la vida suspendida de esa madre, por una hija que intenta ser perfecta y que, sin embargo, desvaría, por un hermano (Marcelo Galliano) que aborrece el pasado y también su presente, por un vecino recién mudado, “el visitante” (Cristian Sandoval), que personifica la ausencia y la presencia de quienes no están.   

La pantalla que se encuentra al fondo del escenario proyecta locaciones de Malvinas, evocaciones de la guerra, de la dictadura y de las esperanzas de una madre. La iluminación resulta destacable, en especial al marcar el fuera de escena de los personajes o al resaltar objetos que cuelgan del techo de la puesta: un par de sillas, un trapo y una radio vieja. Es la radio de Enrique, que también espera ser escuchada por su dueño. Porque El visitante no trata sobre el pasado, sino sobre cómo sobrevivir al presente. Una obra que invita a pensar(nos).  

Imágenes fotográficas: Claudia Almada.

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