Por Paula Goodbar
Yo soy Lucía Lucero, de Horis Muschietti. Dirigida por Horis Muschietti. Con Laura Lértora, Verónica Mayorga y Celina Silveyra. En Espacio Polonia (Ciclo Guillotina). Fitz Roy 1477. Última función 2023: sábado 16/12 22:00hs.
Un biodrama documental en honor a una famosísima y consagrada actriz. Un recorrido por su vida y obra, atravesando sus mejores y, sobre todo, sus peores momentos. Sin embargo, esta función será ocasión de un suceso único: ella, la protagonista de lo que se relata, se inmiscuirá entre el público. Este hecho resulta el desencadenante de un conflicto impensado entre ambas Lucías Lucero, la original y su copia. ¿Cuál es el límite entre realidad y ficción? ¿Hasta dónde conviene exponer la propia vida?
Esta comedia de corta duración se presentó durante este año como parte del Ciclo Guillotina presentado en Espacio Polonia. La propuesta del ciclo es ofrecerle al público una serie de escenas cortas de humor sin relación entre ellas, así los espectadores tienen la posibilidad de observar en una noche diferentes estéticas y formas de creación en un único espacio.
Horis Muschietti es el director y dramaturgo de Yo soy Lucía Lucero, este pequeño sketch que se asemeja a un número de varieté en el cual el público es parte inseparable de la propuesta. Las tres actrices involucran en sus textos a todos los presentes invitándolos a ser cómplices de lo que sucede sobre (y bajo) el escenario. Se desarrolla así un entredicho que, pese a su seriedad, provoca carcajadas entre el público.
La puesta en escena resulta sencilla y compacta, con pocos elementos configuran el espacio de forma precisa y funcional. De este modo logran armar un espacio potente y concreto en el cual sucede la acción donde no hay objetos de sobra. Asimismo, el vestuario y más que nada las pelucas de ambas Lucías son otro elemento clave en la construcción de los personajes, generando que la imitación sea visualmente reconocible ante los ojos del público.
Yo soy Lucía Lucero es una pieza cargada de humor que sólo pretende hacer reír a quienes se encuentren en la sala. Dos actrices interpretando a un mismo personaje que se desdobla ante la mirada de los espectadores: un intercambio en el cual la “persona real” le gana en protagonismo al personaje. Una vez más la ficción se ve relegada a la realidad que la supera con creces.
Arte/Críticas 