Tres hermanos, tres amores

Por Juan Pablo Puentes

La Mirada de NosOtros, de Pablo Cernadas. Dirigida por Alejandra Mistral. Con Orianna Cárdenas, Diego Rasore y Charly Velasco. En NünTeatro Bar, Juan Ramírez de Velasco 419, CABA. Funciones: Viernes, 23:00hs.

Vemos el interior de una casa: una mesita con un vino, otra mesa más grande, una silla, un biombo y un colchón. Un hogar de clase media baja que se está desmoronando. Sin embargo, no es solo una historia más vinculada a vericuetos familiares. En La mirada de NosOtros hay una reflexión meta-dramática en torno a cómo una familia ensamblada se relaciona. Se trata de un grupo de personas que ha perdido a sus padres: un hermano más grande enamorado de su hermanastra; otro hermano más chico que quiere ser actor y que lidia con los tabúes de una sexualidad que no se amolda a la jaula de la heteronorma; una hermana que sufre el acoso de un jefe y que por ese motivo, se queda sin empleo. Este último personaje es encarnado por Orianna Cárdenas: su gesticulación, la cadencia en la interpretación de sus monólogos y la capacidad para transmitir un texto dramático complejo hacen que vivamos su propio drama. 

El trabajo de dirección de Alejandra Mistral es muy cuidado, ningún elemento está desconectado. Hace perfecta sintonía con la dramaturgia de Pablo Cernadas, la cual alterna diálogos entre los personajes con monólogos de cada uno de ellos. Estos últimos interpelan a los espectadores en el sentido de pensar cómo se construyen los vínculos, sobre todo nos invitan a reflexionar acerca de qué callamos las personas para establecer una cotidianeidad familiar, y cuáles son aquellos deseos que reprimimos con tal de seguir mandatos heredados. 

El hilo conductor de los diálogos mencionados será, precisamente, la herencia de formas de relacionarse con seres amados, a partir de la ausencia de dos progenitores.  En ese sentido, las alocuciones de los personajes producen el efecto de frenar el aire para intentar comprender la profundidad e importancia de los vínculos, mientras los espectadores observamos desde arriba al piso en donde se lleva a cabo la acción. 

¿Cómo nos miramos? ¿En base a qué criterios nos juzgamos y cómo juzgamos a las personas que integran nuestro círculo íntimo? ¿Cuántas convenciones hay en las familias? Son preguntas que nos hacemos al salir del teatro de una obra que dura cincuenta minutos, que pasan volando. 

Imágenes de prensa por Germán Romani

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