Monstras 

Por Aiden Blanco

En tanto diseñadora y artista, Valentina Palexxa se ha popularizado por su impronta cuir en la moda under de los barrios ocultos de Buenos Aires.

Entre texturas y estampados, la moda se presenta, casi siempre, como un pilar para el desarrollo de nuestro sentido de identidad y como vehículo de la expresión corporal que nos atraviesa a cada une. Como reflejo de la sociedad bonaerense actual, y subrayando la importancia cada vez más grande de la moda under en tiempo de protesta al fast fashion y al binarismo presente en la industria de la indumentaria, nace en la región la necesidad de generar un cambio. Es el deseo de crear e incentivar una impronta que identifique y pueda, a su vez, representar a otres dentro de las minorías y las comunidades LGBTQ.

Su estilo transgresor, feminista, revolucionario y vanguardista hace que Bolsa nazca como esto: un grito a la censura cuir a la hegemonía en la moda. Quien está detrás de esta marca es Valentina Palexxa, una joven de 32 años de Trenque Lauquen. Rodeada de una familia de artistas, con las pinturas de su madre y la música de su padre, su infancia transcurrió inmersa en un entorno de arte y estilismo. Entre disfraces, de niña, creaba a sus personajes que posteriormente iban a manifestarse en la esencia de su marca. Ese baúl de recuerdos alberga las fantasías de poder expresarse sin ataduras.

Su marca, nacida en 2021, no solo respira la moda punk de los 70, sino que también expone una ferviente representación de movimientos disruptivos de diseñadores como Westwood y Gaultier. Este proyecto que hoy visten cientos de personas en Buenos Aires comenzó con la máquina de coser de su abuela y tutoriales de YouTube. Después de estudiar arquitectura en La Plata, Valentina emprendió el diseño de bolsos y carteras, signo que le dio el nombre a su marca, para posteriormente crear una imagen que le permitiese combinar su estilo con su arte. Sus diseños, como gritos románticos y hechos completamente por ella, consisten en prendas intervenidas y estampadas que vende a través de su perfil de Instagram, donde también comparte las producciones fotográficas de sus bestias montadas.

En 2022 Valentina participó en Trimachi, una convocatoria para diseñadores y artistas de Mar del Plata, en la categoría de indumentaria. Allí sorprendió con un desfile deslumbrante de 22 modelos que representaban personajes inspirados en la noche de Buenos Aires, la performance y la estética cuir. Cada modelo era un personaje en el mundo de Valentina que, en sus palabras, “salía de una puerta como en una especie de sueño o de pesadilla”. Vogueando y creando  su performance, orgullosas de ser monstras, sus protagonistas eran una provocación, un “anti desfile de moda”.

La artista también toma la estética de Westwood de los años 90: emplea referencias históricas francesas e inglesas, maquillajes payasescos, colores vibrantes, plataformas, encaje y estampados. Todo esto lo fusiona con la estética de Club Kid, una moda excesiva y hedonista under de la comunidad cuir de finales de los 80. El auge del arte cuir argentino llega aquí para desafiar los límites de la moda, y refuerza con orgullo las identidades de la comunidad y la libertad de expresión. Diferentes artistas de la escena musical, como Wos y Dillom, entre otres, se han vestido con la exuberante marca.

Valentina Palexxa, a través del excentricismo, experimenta con la historia de la moda disruptiva, desde el estilismo drag de principios del siglo XX hasta la actualidad, así como la cultura pop, la teatralidad y el burlesque, y genera de este modo una impronta personal que distingue a Bolsa como marca y manifiesto.

Imágenes: Perfil de la marca Bolsa en Instagram

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